Ciudad de México, México – La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha dejado claro su postura inflexible ante la corrupción y el crimen organizado, una promesa que ha comenzado a materializar. En un evento que ha sacudido la opinión pública y el sector energético del país, Sheinbaum aseguró este viernes que “no se protegerá a nadie” en el caso de la refinería clandestina desmantelada esta semana en el oriental estado de Veracruz, donde se recuperaron más de 500,000 litros de crudo.
Esta declaración marca un punto de inflexión en la lucha contra el "huachicol" y el procesamiento ilegal de hidrocarburos, un flagelo que ha desangrado las arcas de Petróleos Mexicanos (Pemex) y ha generado un impacto ambiental significativo.
Durante su conferencia de prensa matutina, la mandataria mexicana abordó con firmeza el hallazgo en Coatzacoalcos, enfatizando que las investigaciones están en curso y que su administración está comprometida a llegar al fondo de las distintas redes que se dedican a este delito.
“Se están haciendo todas las investigaciones para llegar al fondo de las distintas redes que se dedican a este delito”, puntualizó Sheinbaum, enviando un mensaje claro a quienes operan al margen de la ley. La gravedad del asunto no solo radica en la magnitud de la operación ilegal, sino también en la sofisticación de la misma, que requería de conocimientos especializados para su funcionamiento.
La presidenta fue más allá al afirmar que las indagaciones no se detendrán y que, incluso, se investigará la posible implicación de funcionarios de la estatal Pemex con estas redes criminales. “En particular, en este lugar, digamos, para hacer una refinería de este tipo, pues requieres ingenieros químicos esencialmente. Pueden trabajar en Pemex o no.
Entonces, ya la investigación pues nos va a dar (respuestas), pero que sepan que se está haciendo la investigación y tope donde tope”, sentenció Sheinbaum, mostrando una determinación inquebrantable para erradicar la impunidad, incluso si ello implica tocar esferas de poder dentro de la propia empresa petrolera nacional.
El cateo, realizado el pasado 18 de junio por autoridades mexicanas en un inmueble de Coatzacoalcos, Veracruz, reveló una operación clandestina de gran envergadura. Lo que alguna vez fue una planta destinada al tratamiento de residuos industriales había sido reconvertida para procesar ilegalmente hidrocarburos como diésel artesanal, nafta ligera, solventes y combustóleo.
La falta de permisos y el alto riesgo ambiental asociado a estas actividades ilegales subrayan la urgencia y la importancia de la intervención de las autoridades. Durante el despliegue, se aseguraron siete tanques móviles de gran capacidad, cuatro tanques verticales y una infraestructura especializada para la separación y el traslado de hidrocarburos.
El valor del crudo incautado, equivalente a unos 25 millones de pesos (casi 1.25 millones de dólares), evidencia la lucrativa naturaleza de este ilícito negocio. A pesar de la magnitud del hallazgo y la incautación, no se reportaron detenciones en el lugar, lo que sugiere que la red detrás de esta refinería podría ser más amplia y compleja, y que sus operadores lograron evadir la captura.
Este incidente refuerza la estrategia del Gobierno de México contra el robo y procesamiento ilegal de hidrocarburos, una práctica que ha generado pérdidas millonarias para el erario y ha causado daños irreparables a ecosistemas sensibles.
La presidenta Sheinbaum detalló que en México se han implementado numerosos controles para evitar el llamado 'huachicol' de combustible, incluyendo medidas estrictas en aduanas y operativos continuos para detectar redes de corrupción.
“Hay una investigación muy profunda que se está haciendo y en este momento hay un trabajo muy intensivo de Guardia Nacional, de Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, de Aduanas para poder incautar todos los almacenamientos y transporte de combustible ilegal”, enfatizó la presidenta, destacando la coordinación interinstitucional para combatir este delito.
La sustracción ilegal de combustibles ha tenido un impacto devastador en las finanzas de Pemex.
La situación no mejora en el presente año, ya que solo en el primer trimestre, esta cifra ascendió a los 5,471 millones de pesos (unos 274 millones de dólares). Estas cifras no solo representan una fuga de recursos económicos vitales para el desarrollo del país, sino que también reflejan la magnitud del desafío que enfrenta el gobierno en su lucha contra el mercado negro de combustibles.
Además, datos proporcionados por la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) revelan la alarmante realidad de que el combustible ilegal que se encuentra en el mercado mexicano es alrededor del 30%.
Este porcentaje subraya la penetración y el alcance de las redes de "huachicol" y el impacto directo que tienen en la economía formal y en la seguridad energética del país.
La declaración de Sheinbaum y las acciones emprendidas en Veracruz son un testimonio del compromiso de su administración para desmantelar estas redes y restaurar la legalidad en el sector energético mexicano, enviando un mensaje contundente de que la impunidad no tendrá cabida en su gobierno. La sociedad mexicana espera que estas acciones se traduzcan en resultados concretos y duraderos en la lucha contra un problema que ha afectado profundamente al país.
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